Durante los últimos 12 años he preguntado a unos 1.500 buceadores cuál era la razón por la que elegían un tipo específico de aletas. Los he observado en el agua durante los entrenamientos, intentando conseguir la mejor técnica de natación posible. Las aletas no siempre eran lo que llamamos soporte.
La mayoría de los buceadores parecen elegir sus aletas en función del tamaño y la forma del zapato. Cuanto más se ajusten a la talla del zapato, mejor.
Otras características no son precisamente un punto de interés clave. ¿Es realmente suficiente?
He visto las películas de los cursos de técnicas de natación que he realizado en los últimos 10 años. He comparado si la precisión de la técnica depende del tipo de aletas o botas que utiliza un buceador.
Es solo el principio, pero ya he llegado a las mismas conclusiones interesantes…